El dolor acompaña a la existencia y nadie está inmunizado contra él. En cierto sentido, es un recordatorio de la vulnerabilidad humana y de nuestra pertenencia al reino animal. Tanto las prácticas mágico-religiosas de diferentes tribus, como la sofisticada tecnología médica del mundo occidental pueden ser valoradas como formas de enfrentamiento que ha empleado la humanidad ante el dolor.
El auto hipnosis es la aplicación de la hipnosis a uno mismo. Es un procedimiento de autocontrol para mejorar el estado psicofisiológico del organismo y contribuir al logro de propósitos para tener mejor calidad de vida. Se basa en la aplicación de autosugestiones efectivas que permiten provocar de manera premeditada y consciente, procesos psicológicos que suelen ocurrir de manera involuntaria, para utilizar estos procesos psicológicos en obtener un mayor grado de bienestar y autocontrol. Es un procedimiento fácil de aprender bajo la guía de un profesional capacitado; y que cualquier persona puede practicar.
El auto hipnosis es útil para aliviar o eliminar el dolor porque actúa mediante varios mecanismos psicológicos, algunos que podemos usar nosotros mismos, y que con frecuencia utilizamos sin percatarnos son:
- La distracción:
La atención es el proceso psicológico que hace que unos estímulos entren a la consciencia y sean percibidos, mientras que otros no. Nos permite orientarnos en un mundo de sensaciones caóticas y poder dirigir nuestros actos. Ahora mismo, mientras está leyendo este texto, seguramente estará rodeado por un cúmulo de sonidos, olores y sensaciones físicas de las que no se había percatado. Cuando logramos “sacar de la consciencia” al dolor, dejaremos de sentirlo. Esto se puede logar prestando atención a estímulos externos agradables, como leer o ver una buena película.
- El cambio de las interacciones entre los componentes del dolor:
El dolor es la mezcla de sensaciones, emociones y pensamientos, entonces se puede aliviar, cambiando algunos de sus componentes (por ejemplo, los pensamientos).
Sentimos alegría cuando recordamos un momento feliz que ya pasó, tristeza si evocamos la pérdida de un ser querido que ocurrió años atrás, se nos hace la boca agua cuando recordamos una comida que nos gusta mucho, nos ponemos en tensión solo de imaginar ciertas situaciones que nos asustan, aunque sepamos que no vamos a enfrentarnos a ellas. En otras palabras, también podemos sentir cosas ante estímulos que provienen de nuestra mente. Por lo tanto, tenemos el poder de modificar nuestro estado mental y por ende, aliviar el dolor físico.
No hay recetas fijas. No puede haberlas porque la mente de cada persona es única y por tanto, lo que funciona con uno puede no ser útil para otro. Estas estrategias pueden y deben complementarse con otras como los fármacos, los ejercicios, la fisioterapia, etc. El propósito es aliviar el sufrimiento, no autoevaluar hasta que punto somos capaces de autoconotrolar el dolor.
Por último, pero no por eso menos importante, el dolor es muchas veces una señal de que en el organismo algo no anda bien, el que logremos aliviarlo o incluso suprimirlo con auto hipnosis no significa que la causa del dolor haya desaparecido, ni tampoco que el dolor “era psíquico o nervioso”.
Por eso lo que debe hacerse es buscar la ayuda de un profesional capacitado, en este enlace podrás aprender de manera amena, cómo identificar a los embaucadores y podrás estar en condiciones de saber escoger a quien pedir ayuda
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