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martes, 13 de diciembre de 2011

La soledad de los distintos...

 Este mensaje es para una persona en particular, que sabrá reconocer que va dirigido a ella, pero también es para todos los que sientan que les puede resultar útil.
Para alguien que tiene cosas muy importantes que decir, pero que teme compartirlas.
Créeme, podrías ayudar a muchos y también encontrar ayuda de muchos que pueden sentir esa terrible soledad de los distintos.
 No permitas que te aislen por ser diferente, pero tampoco te aisles tú misma.


En este sitio  tienes un espacio para que tu voz se escuche, para escuchar a otros, para COMPARTIR...

domingo, 11 de diciembre de 2011

¿ Podemos perdonar a una persona que nos hizo daño...


Quien esté libre de pecado, que lanze la primera piedra…todos hemos lastimado a alguien alguna vez, la mayoría de las ocasiones sin darnos cuenta o hasta creyendo que lo hacemos “por su bien”,  pero en algún momento también por rabia o por miedo. Así que perdonar a quien nos ha hecho daño es en primer lugar, una manera de ser consecuente con el hecho de que todos somos humanos y cometemos errores.
Pero además, perdonar es un acto de autocuidado, porque los rencores guardados dañan nueastra salud mental y física, como bien ha comprobado la investigación científica en las últimas décadas.
Y, ¿qué hacer para perdonar? Pues en primer lugar, querernos a nosotros mismos muchísimo, para suplir el espacio de desamor que nos dejó la afrenta de otro. En segundo lugar, intentar comprender por qué la otra persona actuó de esa forma, pues muchas veces, como decía al inicio, lo hizo con buena intención, aunque el resultado fuera nefasto. Y por último, si no conseguimos perdonar, entonces intentemos olvidar,  porque el  resentimiento, como está implícito en la misma etimología de la palabra, es re-sentir, re-vivir la afrenta, con lo cual no solo estamos sufriendo lo mismo una y otra vez, sino que además, le estamos concediendo a quien nos hizo daño, el poder de seguir influenciando negativamente en nuestras vidas.
Por último, hay que tener discernimiento para saber que aunque comprendas, olvides o perdones, hay personas que pueden ser perjudiciales para nuestras vidas y lo mejor es alejarnos de ellas;  y si no queda otra alternativa, combatir por nuestros derechos.